Gafas premontadas: consecuencias de su uso para la visión

Las gafas premontadas, conocidas también como lentes de farmacia, son gafas estándar y no requieren de una prescripción emitida por un especialista. Muchas personas, por no asistir al oftalmólogo o por ahorrar dinero, se inclinan por estas gafas que son más económicas que unos lentes debidamente formulados.

Así pues, cada vez es más común que las personas adquieran estas gafas como una solución. Sin embargo, es nuestro deber contarte, que no son la opción más recomendada para resolver tus problemas de visión. Es acá donde se aplica el dicho “lo barato sale caro”, más aún tratándose de algo tan delicado como tus ojos.

Por esta razón, hoy queremos que aprendas todo acerca de este tipo de lentes y las consecuencias desfavorables que pueden ocasionar su uso prolongado.

¿Qué son las gafas premontadas?

Son aquellas que se manufacturan de manera estándar para así ser de utilidad para todos. Estas presentan una graduación preestablecida en ambos cristales, esto significa que no se distingue entre un ojo y otro. Tampoco el problema que pueda tener cada ojo.

Se caracterizan por ser lentes económicos y es bastante sencillo acceder a ellos en farmacias y otros establecimientos. Esto último implica que, a veces, no tienen el control sanitario adecuado, tampoco la aprobación de algún oftalmólogo.

¿Cómo funcionan las lentes de farmacia?

Estas gafas se elaboran con medidas estándar de distancia interpupilar y una graduación que sólo concuerda con el 5% de la población que padece presbicia. En consecuencia, el centro óptico del lente no coincide con el eje visual de los ojos. Incluso, el uso continuo causa algunos efectos prismáticos que conllevarán a la incomodidad visual, mareos, dolores de cabeza y dificultad para leer.

Características de las gafas premontadas

La mayoría de estas gafas están fabricadas en plástico y son muy económicas.
Existen modelos que cuentan con filtro azul con tratamiento antirreflejante para pantallas. Estas son un poco más costosas, pero no ofrecen la calidad debida para estos casos.
Por el daño visual que pueden ocasionar, estas gafas se diseñaron para su uso de emergencia y no de manera constante.
Su producción es en serie, no se consideran las características físicas ni las necesidades visuales de cada persona. Además, al ser una montura de baja calidad, la durabilidad de las mismas es baja.
Estos lentes pueden generar aberraciones y efectos prismáticos de manera considerable. Los mismos van incrementándose según se requiera mayor graduación del lente.
La eficiencia de la fórmula para lentes de lectura no se puede comparar con la de unos lentes prescritos por un profesional.
Las graduaciones estándar de ambos cristales pueden perjudicar a un ojo y al otro no.
No es posible tratar afecciones como la binocularidad y el astigmatismo.
Una gran cantidad de este tipo de gafas presentan distorsiones y asimetrías.

Consecuencias del uso de las gafas premontadas para la visión

Usar estas lentes puede causar deficiencias en la visión. A la larga, y con la continuidad de su uso, pueden provocar problemas más severos como:

Deficiencia para calcular distancias.
Lagrimeo, dolores de cabeza y vértigo.
Fatiga visual, dificultad para concentrarse e irritación.
Debido a la deficiencia de los lentes y al no recurrir con un especialista, las afecciones visuales pueden agravarse.
Problemas para adaptarse a nuevos lentes especialmente indicados para la persona.
Cansancio y rendimiento deficiente.
Pérdida de la visión en alguno de los ojos.
Incremento desproporcionado de la presbicia y otras deficiencias visuales.
Problemas de alineación (estrabismo).

Cada caso visual es único y ante cualquier molestia o afección se debe recurrir al oftalmólogo. Esto para que se realice una revisión exhaustiva y se determinen las causas y el tratamiento adecuado. Principalmente, esto es necesario cuando de utilizar lentes se trata, ya que las gafas premontadas no son capaces de corregir el daño ocular.

Así mismo, por su producción en masa y estandarizada, no es factible personalizar estos lentes. La razón para creer esto es que es contraproducente su uso diario y no son eficaces ante la necesidad de corregir problemas visuales específicos.